Tratamiento Sexual
Nuestro centro tiene como finalidad atender y responder a las necesidades que sobre temas relacionados con la sexualidad humana y la salud sexual tenga cualquier persona. Partimos de la base de que la educación es lo principal para resolver un trastorno de este tipo y por ello queremos ofrecer toda la información posible para así reducir y eliminar la ansiedad ante la relación sexual.

En el 94% de los casos de disfunciones sexuales son de origen psicológico por lo que el comienzo de la terapia será la evaluación y el tratamiento basado en el modelo cognitivo conductual, ayudando tanto en las cogniciones como en nuestros comportamientos.

Muchas personas creen que “la sexualidad” es sinónimo de relaciones sexuales o se refiere sólo a los genitales. Sin embargo, se trata de un concepto mucho más amplio. La sexualidad es un proceso dinámico y complejo desde que nacemos hasta que morimos, y se manifiesta de distintas maneras a lo largo de nuestra vida e involucra también nuestros sentimientos, emociones y el proceso de conformación de nuestra identidad. La sexualidad tiene que ver con la forma de vestirse, de moverse, de expresarse y de relacionarse con los demás. En la adolescencia es cuando se presencian más cambios relacionados con la sexualidad tanto en el plano emocional como en el físico.

Trastornos que tratamos:

Dentro de los problemas de deseo podemos diferenciar dos tipos: deseo sexual hipoactivo y deseo sexual hiperactivo.

El deseo sexual hipoactivo es la ausencia o falta de interés para llegar a mantener relaciones sexuales. Nos encontramos con una disminución o ausencia de fantasías y deseos de actividad sexual. Como es difícil de definir un límite entre deseo “normal” o “saludable”, se señala como problema cuando la persona se siente afectada por su falta de deseo sexual.

Y por otro lado tenemos el deseo sexual hiperactivo lo que normalmente se conoce como ninfomanía, y la persona valora más la cantidad que la calidad de las relaciones. Este trastorno es muy poco común en consulta.

Se entiende por problemas de erección cuando un hombre es incapaz de lograr o mantener su erección el tiempo suficiente como para poder realizar el coito y posteriormente eyacular.

Este trastorno ha tomado un significado bastante peyorativo en la sociedad, por lo que, para el tratamiento, hay que hacer especial referencia a esas obsesiones del sexo masculino de “cumplir”, de “ser un buen amante” y de tener que realizar el coito en cada una de las relaciones. Por esto la educación sexual y la enseñanza de distintas prácticas sexuales es primordial para una sexualidad sana.

La dispareunia es un trastorno del dolor genito- pélvico. Es un trastorno más relacionado con la mujer, aunque también se da en los hombres como dolor al eyacular.

En las mujeres las sensaciones pueden ser muy variadas: quemazón, irritación, punzadas, escozor, etc. Y este dolor puede darse tanto al inicio, durante o después de la penetración.

La dispareunia es una disfunción sexual originada, frecuentemente, por un problema de carácter físico por lo que , en este caso, es necesaria y recomendable una exploración ginecológica específica.

El vaginismo consiste en la contracción involuntaria de los músculos perineales como reacción al intento de introducir algo en la vagina. Este espasmo es involuntario y no es doloroso, simplemente imposibilita la entrada a la vagina.

Se trata de la dificultad, ausencia o retraso persistente o recurrente para poder alcanzar el orgasmo, aún recibiendo la estimulación apropiada. Normalmente se habla de anorgasmia en la mujer y de eyaculación retardada en el hombre.

Consiste en la rapidez excesiva con la que el hombre eyacula durante la interacción sexual, ya sea tras el juego inicia, antes de llevar a cabo la penetración, o durante el coito.

El problema fundamental a la hora de establecer criterios para considerar si existe un problema de eyaculación precoz, es que no hay una norma de tiempo de duración, ya que cada persona es diferente. Entonces, al igual que el criterio que tomamos en los trastornos de deseo sexual, concretamos que hablamos de eyaculación precoz cuando no hay una capacidad del hombre de controlar voluntariamente la eyaculación, independientemente del tiempo que tarde en eyacular. Entendiendo igualmente control de la eyaculación cuando es natural, sin esfuerzos y voluntario.

La aversión sexual se podría incluir dentro de los problemas de deseo sexual pero debido a su condición lo vamos a definir fuera de este. Porque no se trata de deseo, sino cuando hablamos de aversión sexual no referimos al nivel de ansiedad y pánico que la persona experimenta ante cualquier situación, objeto o actividad sexual. La persona que lo padece suele presentar sentimientos intensos de asco, repugnancia y desagrado ante situaciones sexuales.

Porque sabemos que no es fácil, tu salud sexual también es importante para nosotros.