En la terapia cognitivo – conductual se trabajan y desarrollan tanto los aspectos cognitivos (procesos mentales y pensamientos) y los aspectos conductuales (nuestro comportamiento) de la persona. Son corrientes diferentes dentro de la psicología científica en las que se combinan las técnicas de reestructuración cognitiva con habilidades de afrontamiento y de comunicación.

La terapia cognitiva fue creada por el Dr. Aaron Beck (Dr. en Psiquiatría y catedrático en la Universidad de Pennsylvania). Según esta teoría hay una fuerte relación entre lo que pensamos en cada situación (cómo la evaluamos y qué nos decimos a nosotros mismos) y cómo nos sentimos y actuamos. Por eso durante el proceso terapéutico se pretende flexibilizar y modificar las interpretaciones erróneas cambiando así los pensamientos negativos.

Por otro lado, la terapia conductual ayuda a la persona a modificar y mejorar algunos de sus comportamientos que influye junto a los pensamientos en las emociones de las personas. Por eso desde este enfoque se intenta capacitar al paciente en diferentes técnicas y habilidades como complemento a la terapia cognitiva, mediante módulos de entrenamiento.

Nuestro objetivo es enseñar a la persona a pensar de otro modo ante los problemas y síntomas que padece, y así reducir las emociones negativas y a reaccionar ante los problemas de un modo que le lleve a su solución.

La fundamentación empírica y teórica, sólidamente científica, se considera una característica esencial en sus desarrollos. Los resultados de investigaciones clínicas controladas dan fuerte apoyo a la eficacia de las terapias cognitivo – conductuales en general.